domingo, 25 de noviembre de 2018

La interculturalidad solo será posible desde la insurgencia de la ternura por Patricio Guerrero


Es necesaria la revitalización de procesos de la insurgencia de las diversidades y las diferencias sociales, cuyas respuestas políticas han impedido los intentos de homogenización y de construcción de una cultura planetaria que intenta desestructurar, instrumentalizar y despolitizar, el sentido político insurgente de esa diversidad y diferencia.



La interculturalidad se muestra como una respuesta política que emerge desde pueblos que han vivido la colonialidad del poder, del saber y del ser.
Existe un equívoco de considerar la multiculturalidad, o la pluriculturalidad como si fuesen sinónimo de interculturalidad.

Pluriculturalidad
En el interior de nuestros espacios geográficos, sociales, políticos, coexisten múltiples culturas con identidades propias y diferenciadas.
 Sugiere una pluralidad histórica, en la que se expresa un sentido relacional entre las diversas culturas. Allí operan cuestiones de poder y asimetrías sociales que hacen conflictiva la coexistencia.
A pesar de la coexistencia existe hegemonía de la cultura blanco mestiza.

De la ideología del  mestizaje, a la ideología de la multiculturalidad
Los conquistadores construyeron un proceso de diferenciación colonial sustentado en la idea de raza;
Se crea un sistema de clasificación de estratificación y subalternización que tienen al blanco como cúspide de la pirámide social y a negros e indios, como los otros.
La ideología del mestizaje se sustenta en la del blanqueamiento de la sociedad, el proyecto nacional hegemónico ha sido buscar la civilización de los negros e indios.
La vía civilizatoria salvacionista del indio y del negro está en el mestizaje.
El mestizaje como ideología facilita la colonización del imaginario, la colonialidad hace que Europa y ahora EE.UU, se conviertan en aspiración.
La insurgencia de las nacionalidades indias y de los pueblos negros, ha puesto en crisis la validez de la ideología homogeneizadora del mestizaje. Obliga a que el poder sustituya la ideología del mestizaje, por el ideologema de la multiculturalidad.

La ideología subterránea de la multiculturalidad
La multiculturalidad, si bien reconoce la existencia de diversidad de culturas, las muestra dispersas y segregadas.
La tolerancia liberal del multiculturalismo reconoce la otredad, la diversidad y la diferencia, siempre y cuando estas permanezcan fieles al ser de la nación y no impugnen el orden dominante y sean útiles al neoliberalismo y a proceso de globalización del mercado.


El mercado necesita de la diversidad y la diferencia, para convertirla en segmentos diferenciados de consumidores.

La interculturalidad es un proceso político por construir
La interculturalidad es una realidad que aún no existe, es una utopía posible.
Interculturalidad significa entre culturas relaciones, interacciones; no es simple coexistencia de culturas, sino la convivencia de estas.
Implica encuentros dialogales y una continua relación de alteridad entre sujetos concretos.
La interculturalidad será posible cuando diferentes culturas se encuentren en equidad de condiciones para el intercambio de recursos materiales y simbólicos de su propia cultura, cuando puedan reconocer y ser reconocidas como distintas.

La interculturalidad es un horizonte para la decolonización de la vida, del poder, del saber y del ser
La interculturalidad vista como tarea política significa hacer visible cómo opera la matriz colonial-imperial de poder. La colonialidad continua operando en tres niveles: la colonialidad del poder (control de la economía, política, cultura), colonialidad del saber (epistémico, filosófico, científico), y la colonialidad del ser (sexualidad, subjetitividades, cuerpos).
La interculturalidad lucha contra toda forma de colonialidad.
La decolonialidad insurge en perspectiva de la liberación, la decolonizacion del poder, del saber, pero sobre todo del ser, para poder construir un horizonte otro, diferente de existencia.
 La interculturalidad solo será posible con la insurgencia contra un poder que se sustenta en la homogeneización, la negación, el irrespeto, la desigualdad, la marginación y la dominación de las sociedades diferentes.

La interculturalidad y el otro
La noción de pensamiento otro plantea la necesidad no de otro pensamiento, sino de un pensamiento otro, un pensamiento que radicalice la diferencia en perspectiva insurgentes de liberación, para la lucha por la decolonización.

La interculturalidad: una construcción más allá de lo étnico
La interculturalidad rebaza lo étnico, implica la interrelación, la interacción dialógica de diversos y diferentes actores societales, representados por etnias, clases géneros, regiones, comunidades, generaciones, etcétera, con distintas representaciones y universos simbólicos.


La dialéctica de la construcción de una sociedad intercultural
En la interculturalidad se expresa una dialéctica entre la pertenecía y la diferenciación, entre la identidad y la alteridad, entre la mismidad y la otredad en condiciones de equidad y respeto.
Es necesario ver a la diversidad y la diferencia, como uno de los derechos más importantes de los individuos, de los pueblos, de la humanidad; nuestros derechos no terminan donde comienzan los de los otros, ni los de estos donde empiezan los nuestros, sino que al estar hermanados en la alteridad, al saber que habitamos en los otros y que los otros habitan en nosotros hace posible que podamos hermanarnos en la lucha por su defensa.


   La comunicación eficaz requiere de estrategia: objetivos, acciones y planificación

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